lunes, 10 de marzo de 2014

Tras baleo a futbolistas palestinos, el futuro de Israel en la FIFA es incierto

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Sus nombres son Jawhar Nasser Jawhar, 19, y Adam Abdel Raouf Halabiya, 17. Una vez fueron jugadores de fútbol de la Ribera Occidental. Ahora ellos nunca van a poder hacer deporte otra vez. Jawhar y Adam estaban de regreso a casa después de una sesión de entrenamiento en el Estadio Faisal al-Husseini, el pasado 31 de enero, cuando las fuerzas israelíes dispararon contra ellos al acercarse a un puesto de control. Después de recibir disparos en repetidas ocasiones, fueron mordidos y mutilados por los perros del punto de control y luego golpeados. Diez balas se pusieron en los pies de Jawhar. Adam tomó una bala en cada pie. Después de ser transferido de un hospital en Ramallah, recibieron la noticia de que el fútbol ya no sería parte de su vida ni futuro.
Este ha sido sólo el último ejemplo de la represión focalizada sobre los futbolistas palestinos por parte del ejército y las fuerzas de seguridad israelíes. La muerte, lesiones o la prisión ha sido una realidad para varios miembros de la selección nacional palestina durante los últimos cinco años . Imagínense si los miembros de la selección de honor de España hubieran sido encarcelados, baleados o asesinados por otro país antes de la Copa Mundial. Sólo es cosa de imaginar la indignación internacional que esto produciría en los medios. O imagínese si jugadores juveniles de Brasil fueran fusilados en los pies por los militares de otra nación. Pero, por desgracia, estos hechos ocurridos en puestos de control israelíes contra el pueblo y el deporte palestino han recibido poca y nada de atención en las páginas de deportes de los periódicos del mundo.

Mucho se ha escrito sobre el efecto psicológico que este tipo de ataques tiene en los territorios ocupados. Los deportes representan escape, alegría y comunidad y el equipo de fútbol nacional palestino, para un pueblo sin nación reconocida, es una fuente de enorme orgullo y unidad. Al atacar a los jugadores se ataca la esperanza de que el equipo nacional vuelva a tener un hogar de verdad.
La selección nacional de fútbol de Palestina, que se formó en 1998, está actualmente en el puesto 144º del mundo en el ranking FIFA, nunca han superado el puesto 115º. El Presidente de la Asociación Palestina de Fútbol, ​​Jibril Al-Rajoub, comentó sin rodeos, que los problemas tienen su origen en “la insistencia de la ocupación y en la destrucción del deporte palestino por parte de Israel”.
Durante el último año, en respuesta a esta represión sistemática hacia el fútbol palestino, Al-Rajoub ha intentado reunir fuerzas para que Israel sea sancionado: ”exigen la expulsión de Israel de la FIFA y del Comité Olímpico Internacional.” Al-Rajoub reclama el apoyo de Jordania, Qatar, Irán, Omán, Argelia y Túnez en favor de este movimiento, y promete más países en apoyo a esta moción, con motivo de una reunión regional de los países árabes el próximo 14 de marzo. También se ha comprometido a realizar una petición formal cuando todas las naciones miembros de la FIFA se reúnan en Brasil, durante el Mundial 2014.
En cuanto a Blatter, presidente de la FIFA, este reconoce  que claramente hay un problema en el tratamiento de los atletas palestinos por el Estado israelí. Durante el último año, se ha tratado de mediar en este problema convocando un comité conjunto de autoridades israelíes y palestinas para ver si pueden llegar a algún tipo de acuerdo sobre distender los puntos de control israelíes y disminuir las restricciones que impiden que los atletas palestinos abandonen o entren (junto a sus formadores, consultores y entrenadores) a Cisjordania y Gaza. Sin embargo, Al-Rajoub no ve ningún progreso luego de estas citas. Tal como planteó, “Esta es la manera en que los israelíes se están comportando y no veo ninguna señal de que hayan transformado sus esquemas mentales. No hay ningún cambio en los territorios. Somos un miembro de pleno derecho en la FIFA y tenemos los mismos derechos que todos los demás miembros “.
Los disparos en los pies de Jawhar y Adam han generado una situación delicada. Instituciones deportivas como la FIFA y el COI siempre son cautelosos cuando se trata de la conducta de las naciones miembros. Pero los ataques deliberados contra los jugadores palestinos, ya se ven incluso en los pasillos del poder, y estos ataques ya son imposibles de ignorar. Mientras Israel somete a atletas palestinos a la detención y la violencia, su lugar en la mesa del deporte internacional será cada vez más precaria.
Fuente: thenation.com
* Escrito por Dave Zirin, traducido por Fútbol Rebelde.

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