Xenofobia, París y fútbol, tres elementos de un
cóctel explosivo que en la noche del martes se conjugaron en el metro de
la capital francesa. Un grupo de aficionados del Chelsea -que se enfrentaba después al Paris Saint Germain
(PSG) en la Champions League- increpó a un hombre de raza negra cuando
intentaba subir a uno de los vagones del suburbano en la estación
Richelieu-Drouot. Al grito de "somos racistas y nos gusta",
varios jóvenes empujaron a la víctima e impidieron que accediera al
tren ante la mirada atónita de los pasajeros que contemplaban la escena
desde el andén.
El agredido mantuvo la calma en todo momento y con actitud educada y respetuosa se encaró a los aficionados británicos, en un intento por continuar su ruta. Paul Nolan, el ciudadano británico que grabó el suceso con su teléfono móvil, ha explicado al diario The Guardian que la víctima estaba en shock y que probablemente no era consciente de la envergadura de lo que estaba ocurriendo.
Las imágenes respaldan la versión de Nolan, ya que muestran cómo el ciudadano agredido se coloca al borde de la plataforma sin medir el peligro que acarrearía la puesta en marcha del convoy.
"Este tipo de comportamientos no tienen lugar en el fútbol ni en la sociedad. Respaldaremos cualquier acción penal contra los implicados", ha añadido el club.
También la UEFA podría sancionar al equipo, si considera la relación de la agresión con el partido de fútbol.
Este episodio se produce en plena ola de sucesos xenófobos que tienen como centro la capital francesa. La comunidad semita es una de las más afectadas por el aumento de las agresiones, hasta tal punto que en los últimos días se ha calificado de 'éxodo judío' la masiva salida de la ciudad de ciudadanos hebreos.
El periodista judío Zvika Klein ha querido documentar esta realidad y se ha grabado a sí mismo durante un paseo por las calles parisinas. ¿El resultado? Diez horas de insultos, amenazas y vejaciones sólo por identificarse con una kipá, el tradicional gorro ritual de los hebreos.
http://www.elmundo.es/internacional/2015/02/18/54e44545268e3e4a728b4572.htm
El agredido mantuvo la calma en todo momento y con actitud educada y respetuosa se encaró a los aficionados británicos, en un intento por continuar su ruta. Paul Nolan, el ciudadano británico que grabó el suceso con su teléfono móvil, ha explicado al diario The Guardian que la víctima estaba en shock y que probablemente no era consciente de la envergadura de lo que estaba ocurriendo.
Las imágenes respaldan la versión de Nolan, ya que muestran cómo el ciudadano agredido se coloca al borde de la plataforma sin medir el peligro que acarrearía la puesta en marcha del convoy.
'Somos racistas y nos gusta', gritaban los seguidores del club de fútbol británico durante el incidente
El vídeo, difundido por varios medios británicos, ha provocado el
rechazo y la condena inmediata del club que dirige José Mourinho, que ha
anunciado que vetará la entrada a su estadio a los aficionados
implicados en el suceso."Este tipo de comportamientos no tienen lugar en el fútbol ni en la sociedad. Respaldaremos cualquier acción penal contra los implicados", ha añadido el club.
También la UEFA podría sancionar al equipo, si considera la relación de la agresión con el partido de fútbol.
Este episodio se produce en plena ola de sucesos xenófobos que tienen como centro la capital francesa. La comunidad semita es una de las más afectadas por el aumento de las agresiones, hasta tal punto que en los últimos días se ha calificado de 'éxodo judío' la masiva salida de la ciudad de ciudadanos hebreos.
El periodista judío Zvika Klein ha querido documentar esta realidad y se ha grabado a sí mismo durante un paseo por las calles parisinas. ¿El resultado? Diez horas de insultos, amenazas y vejaciones sólo por identificarse con una kipá, el tradicional gorro ritual de los hebreos.
http://www.elmundo.es/internacional/2015/02/18/54e44545268e3e4a728b4572.htm
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