¿El FÚTBOL debe 750 millones de euros a la Agencia Tributaria? (a estas
cantidades hay que sumarles los 10,5 millones que los clubes adeudan a
la Seguridad Social. Si se le añade las diferentes deudas con entidades
privadas y financieras, la cantidad comprometida por los clubes podría ascender a más de 2.500 millones, según diferentes estimaciones).
Extraido de : http://cityboyshintxas.blogspot.com.es/
Por lo visto un deporte, un entretenimiento, como si de un ente se
tratara, está acusado de tener una deuda escandalosa con todos nosotros.
Sin responsables ni culpables. Pero ¿por qué parece que culpa es del
señor Fútbol Balompié García si no es así?
Recurriremos al tópico, fútbol es fútbol, ¡y nada más!
Lo que un grupo de empresarios hagan con la excusa de este deporte es
responsabilidad suya, no del fútbol. Es lo que estos empresarios
pretenden, que asumamos ese discurso, "la culpa es del fútbol", no señores; la culpa es de ustedes.
Los deudores son los Gil, Lopera, Samper, Lendoiro, Agapito y demás
empresarios de fama más que discutible. La deuda no es del fútbol, es de
los clubes, y es el club el que genera la deuda debido a la mala
gestión de los directivos que la manejan.
Sin embargo a ellos no se les señala, porque cuando todo va bien, al
igual que en la sociedad, en el fútbol se privatizan los beneficios, y
cuando hay pérdidas, éstas son “del equipo” o “del fútbol”, obviando que
quien nos roba tiene nombre y apellidos, y tiene una responsabilidad que no puede socializar junto a sus deudas.
Es el problema de no poder señalar a los culpables. Porque entonces en vez de burbujas, de crisis, y demás términos que admiten una falsa culpabilidad colectiva, quizás tendríamos que hablar de estafa. Y asumir que a uno le están tomando el pelo es muy duro, haya balón de por medio o no.
Tomemos como ejemplo el caso del Real Oviedo, una SAD
que debe 15,7 millones de euros y que en 2011 aumente la deuda 1,8
millones más por la nefasta gestión de sus directivos. ¿Ahora quién salva esto? Los aficionados claro.
Es un símil de la deuda bancaria española con nombre y apellidos, los
políticos recurren al erario público y le dan nuestro dinero a la banca,
mientras a nosotros nos aprietan el cinturón de un pantalón bajado
hasta los tobillos. Cómo es lógico, con un cinturón que nos han atado a
los tobillos al intentar seguir andando caeremos de morros contra el
suelo.
Ese es el futuro del Real Oviedo, una Sociedad Anónima Deportiva le ha robado 2 millones de euros a
obreros que apenas pueden tapar sus propios agujeros. Aquí acaba la
colectividad, el romanticismo del fútbol, y como si de la banca se
tratara; la toma de decisiones, propiedad, gestión y administración
siguen en manos de los máximos accionistas de la SAD del Real Oviedo,
aunque sobren motivos para arrebatarles ese poder por irresponsables e
ineptos.
Y dentro de un período de tiempo más corto que largo, el Real Oviedo
como otros tantos clubes, desaparecerá, y usarán términos como activos
tóxicos o crisis del fútbol, conceptos que pretenden que sintamos esa
falsa culpabilidad colectiva, que asumamos el discurso de que no se
podía hacer nada, porque pese a que el fútbol moderno pertenece a unos pocos la culpa es de todos y cada uno de nosotros.
Es hora de organizarse, de crear más Clubes de Accionariado Popular como
el CAP Ciudad de Murcia, de tomar las riendas, de crear equipos
sostenibles donde cada aficionado tenga la oportunidad de tener una
acción y un voto. El mañana es ahora, y nosotros somos lo vanguardia.
CAP CDM, el Club rebelde del que yo me enamoré.
ODIO ETERNO AL FÚTBOL MODERNO.
ACCIONARIADO POPULAR, ESTRUCTURA HORIZONTAL
EL FÚTBOL POR Y PARA LOS SOCIOS.
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